El aniversario 93° de la Escuela de Suboficiales iluminó el cielo de Madrid
En sus 93 años de historia, la Escuela de Suboficiales “CT. Andrés M. Díaz” de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (ESUFA) se ha consolidado como una de las instituciones de educación superior más emblemáticas en la formación militar del país. Su trayectoria es sinónimo de disciplina, liderazgo e innovación.
Como pionera en el otorgamiento de títulos como tecnólogos aeronáuticos en Colombia, la ESUFA ha graduado hasta la fecha a 4.577 jóvenes provenientes de todo el territorio nacional, en programas como Comunicaciones Aeronáuticas, Defensa Aérea, Inteligencia Aérea, Seguridad Aeroportuaria, Abastecimiento Aeronáutico y Mantenimiento Aeronáutico.
Desde su fundación en 1932, la Escuela ha evolucionado constantemente, adaptándose a los desafíos del entorno nacional e internacional. En este proceso, ha modernizado sus métodos de instrucción para mantenerse a la vanguardia del sector aeronáutico y de defensa.
En esa línea de innovación, la ESUFA ha incorporado tecnologías de última generación en sus laboratorios y simuladores de tránsito aéreo, fortaleciendo la formación militar y tecnológica de sus alumnos, futuros suboficiales de la Institución. Además, ha promovido intercambios académicos y escenarios de formación conjunta con otras Fuerzas y países aliados como Perú, República Dominicana, Estados Unidos, Argentina y México, posicionando así a sus egresados como referentes en la operación y mantenimiento de los sistemas aeroespaciales más avanzados.
Como parte de su evolución y en respuesta a los retos contemporáneos, la Escuela ha desarrollado el Plan de Formación Militar Delta: una propuesta pedagógica renovada que fortalece la formación integral de los alumnos en formación. Este plan responde a las exigencias de un entorno operacional dinámico, tecnológico y estratégico, y se estructura en torno a cuatro dimensiones fundamentales: socio-militar, vocacional, intelectual y operacional.
Cada etapa del proceso formativo está orientada a consolidar en los suboficiales no solo competencias técnicas y tácticas, sino también sólidos principios éticos, carácter y un profundo sentido de responsabilidad institucional.